Gracias a la ayuda de tu consejero personal, puedes re-encontrar el sentido la vida y llegar a las respuestas que ya están dentro de ti, pero no has dejado salir.

 

Tu consejero personal no es ni se comporta como un psicólogo o un jefe, es alguien igual a ti que decide ayudarte mediante una asociación de aliados, te ofrece motivación, guía y apoyo, pero tu haces el trabajo, él sólo funciona como un espejo que te deja ver el potencial que llevas oculto y la determinación que aún no puedes ver en ti mismo.

 

Te muestra que cambiar al mundo depende de que cambies tu propio mundo, usando tu propia fuerza y herramientas.

 

Trabajando con tu consejero personal entras en un emocionante proceso de crecimiento, especialmente satisfactorio si vienes de un punto en el que te sientes estancado, al restaurar tu movimiento natural, tu vida se vuelve más sencilla, pacífica e intensa.

 

Tu consejero personal no te dice que hacer ni tiene todas las respuestas, simplemente es objetivo, no te juzga, sabe escuchar y te ayuda a descubrir las estrategias y pasos a seguir para llegar a tus metas, pero tu eres responsable por tu compromiso para tomar las acciones acordadas y alcanzar tu propio éxito.

 

Parte del trabajo se puede efectúar por teléfono. Aunque al principio la idea pueda parecer extraña, es muy efectiva y no te limita a un área geográfica o problemas de tiempo/tráfico, pronto descubrirás las ventajas y eficiencia del método.